El Alcázar de los Reyes Cristianos, español para el "Castillo de los Reyes Cristianos", es un edificio de carácter militar, con un castillo, encantadores jardines y una casa de baños árabe – un monumento muy popular en la ciudad de Córdoba. En una época, un lugar favorito de los diferentes gobernantes de la ciudad, la parte interior de la fortaleza contiene una gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba. El conjunto tiene un carácter sobrio en su exterior y espléndido en su interior, con la prominente inspiración mudéjar presente en los magníficos jardines y patios del palacio ubicado en el centro histórico de Córdoba.
Es más fácil a comprender el significado histórico y cultural de este sitio cuando se entiende la historia detrás de la fortaleza. En la época romana, la fortaleza era la sede de las aduanas y el lugar de residencia de las oficinas políticas que gobernaban la ciudad, mientras que en la época medieval temprana, la fortaleza fue ocupada por los visigodos, de los cuales, no hicieron ninguna modificación importante durante su permanecer. Sin embargo, con la invasión musulmana, Abd ar-Rahman I y sus sucesores llevaron a cabo muchos trabajos para ampliar y expandir el edificio incluyendo construir tuberías, jardines y una caballería, así como la biblioteca más grande de Occidente para adaptar la fortaleza al los costumbres y modo de vida a los musulmanes. La ciudad floreció posteriormente como un importante centro político y cultural.
En 1236, Córdoba fue conquistada por Fernando III el Santo durante la Reconquista cristiana de Córdoba, y el edificio fue destruido en su mayoría, y algunas partes fueron entregadas como botín al obispo o nobles. Su hijo, Alfonso X el Justicio, comenzó a trabajar para restaurar la fortaleza y convertirla en una residencia real, mientras que en el siglo XIV, Alfonso XI el Justo, ordenó su completa fortificación. Su objetivo era llevar la arquitectura gótica europea a la ciudad, y aunque su estructura solo conservé parte de las ruinas moriscas, la estructura parece islámica debido a su uso del estilo mudéjar. El Alcázar fue también más tarde el escenario de diferentes episodios de la guerra civil entre Enrique IV de Castilla y Alfonso. Más adelante, la sucesora de Enrique IV, Isabella, y su esposo Fernando usaron el Alcázar para uno de los primeros tribunales permanentes de la Inquisición española y como cuartel general de su campaña contra la dinastía nazarí – el último reino moro que queda en la Península Ibérica. La Inquisición convirtió gran parte de los baños árabes en salas de tortura e interrogación, lo que permitió que el palacio perdiera gran parte de su carácter palaciego. La Inquisición mantuvo un tribunal aquí durante tres siglos. Finalmente, la campaña de Isabel y Fernando tuvo éxito en el año 1492 – el mismo año en que los monarcas se reunieron con Cristóbal Colón en el Alcázar para prepararse para su primer viaje a las Américas.
El antiguo palacio recuperó su esplendor cuando fue reacondicionado para alojar el Museo Diocesano. A pesar de que se originaron en la era cristiana, los jardines son típicamente de diseño morisco con estanques, fuentes y plantas aromáticas. Los jardines son un área impresionante de aproximadamente 55.000m2, estructurados en tres niveles y con abundantes palmeras, cipreses, y arboles naranjos y limoneros. Adyacentes a los jardines se encuentran los establos reales que se extienden para abarcar los jardines del Campo Santo de los Mártires. Es impresionante ver la forma en que los restos romanos y los diseños visigodos coexisten con el origen árabe de este majestuoso sitio; un verdadero testimonio de que cada cultura sucesiva ha dejado su marca única en la historia cordobesa.
English Translation:
Spanish for “Castle of the Christian Monarchs,” the Alcazar de Los Reyes Cristianos is a building of military character, featuring a castle, delightful gardens, and a Moorish bathhouse – a very popular monument in the city of Cordoba. Once a favorite place of the different rulers of the city, the interior part of the fortress contains a large part of the architectural evolution of Cordoba. The ensemble has a sober character in its exterior and splendid in its interior, with the prominent Mudejar inspiration present in the magnificent gardens and courtyards of the Palace located in the historic center of Cordoba.
It is most easy to understand the historical and cultural significance of this site when one understands the history behind the fortress. In the Roman era, the fortress was the seat of the customs and place of residence of the political offices that governed the city while in early medieval times, the fortress was occupied by the Visigoths, of whom, did not make any major modifications during their stay. However, with the Muslim invasion, Abd ar-Rahman I and his successors carried out many works to expand the building including building pipelines, gardens and a cavalry, as well as the largest library in the West in order to adapt the fortress to the Muslim customs and way of life. The city subsequently flourished as an important political and cultural center.
In 1236, Cordoba was conquered by Fernando III the Saint during the Christian Reconquest of Cordoba, and the building was mostly destroyed, with some parts being given as spoils to the bishop or nobles. His son, Alfonso X the Wise began work to restore the fortress to turn it into a royal residence, while in the fourteenth century, Alfonso XI the Just, ordered its complete fortification. His aim was to bring European Gothic architecture to the town, and though his structure retained only part of the Moorish ruins, the structure appears Islamic due to his use of the Mudejar style. The Alcazar was also later the scene of different episodes of the civil war between Henry IV of Castile and Alfonso. Further down the line, Henry IV’s successor – Isabella – and her husband Ferdinand used the Alcazar for one of the first permanent tribunals of the Spanish Inquisition and as a headquarters for their campaign against the Nasrid dynasty – the last remaining Moorish kingdom in the Iberian Peninsula. The Inquisition converted much of if the Arab baths into torture and interrogation chambers, allowing for the palace to lose much of its palatial character. The Inquisition maintained a tribunal here for three centuries. Eventually, Isabella and Ferdinand’s campaign succeeded in the year 1492 – the same year in which the monarchs met Christopher Columbus in the Alcazar to prepare for his first voyage to the Americas.
The old palace regained its splendor when it was reconditioned to house the Diocesan Museum. Despite originating from the Christian era, the gardens are typically of Moorish design with ponds, fountains and aromatic plants. The gardens are an impressive area of approximately 55,000m2 structured on three levels and abundant with palm, cypress, orange and lemon trees. Adjacent to the gardens are the Royal Stables which extend to encompass the Gardens of the Holy Field of the Martyrs. It is stunning to see the way in which the Roman remains, and Visigoth designs coexist with the Arab origin of this majestic site – a true testament that each successive culture has left their unique mark in Cordovan history.
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